Migración en la historia anabautista-menonita, con especial énfasis en Mesoamérica

The Abstract

En este evento continuamos con celebraciones que el Congreso Mundial Menonita (CMM) realiza en diversos continentes con la mira en el gran aniversario de los 500 años, desde que se inició el movimiento anabautista en Europa. Nuestras reflexiones giran en torno a la identidad migrante del mismo, el fundamento teológico que le dio vida, así […]

See all articles in this issue See all issues in this volume

Academic article by Jamie Adrian Prieto Valladares

En este evento continuamos con celebraciones que el Congreso Mundial Menonita (CMM) realiza en diversos continentes con la mira en el gran aniversario de los 500 años, desde que se inició el movimiento anabautista en Europa.1 Nuestras reflexiones giran en torno a la identidad migrante del mismo, el fundamento teológico que le dio vida, así como los desafíos que la realidad migrante del mundo de hoy presenta para el trabajo misionero, pastoral y social del Congreso Mundial Menonita.

El poeta brasileño Carlos Drummond de Andrade (1902-1987)2 nos ha dejado un bello poema de ritmo modernista, con el cual deseamos iniciar y conducir estas breves reflexiones:

Camino por una calle
que pasa en muchos países…
He preparado una canción,
para despertar a los hombres,
y adormecer a las criaturas.3

Jesús el migrante perenne

Carlos Drummond de Andrade clama a los cuatro puntos del universo diciendo «Camino por una calle…». Sus palabras nos recuerdan la poesía náhuatl de Mesoamérica,4 donde el poeta se ve así mismo caminando, alejándose de los espinales, y dando pasos hacia pétalos y flores, permitiendo que la luz de quien tiende flores blancas y rojas ilumine su camino.5Las primeras rimas:
«Camino por una calle», nos hacen presente también la poesía y la vida de Jesús en relación al camino. Pues Jesús se nos presenta en los cuatro Evangelios como el «migrante perenne», cuyo mensaje, vida y misión se encuentra siempre en el camino.

Juan el Bautista, es la voz de aquel que prepara el camino del Señor, de acuerdo con el profeta Isaías, predicando en el desierto de Judea: «Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado» (Mateo 3:2 RVR1960). Cuando Jesús es bautizado por Juan Bautista en el río Jordán el texto bíblico dice que: «vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y se posaba sobre él. Y se oyó una voz de los cielos que decía: “Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”». (Mateo 3:13-17 RVR1995). Jesús es el poeta que vino del cielo para predicar el evangelio entre pobres, enfermos y migrantes; sus pies y sandalias gastadas se llenaron de polvo en los senderos y caminos de este mundo.

Según el Evangelio de Mateo, Jesús vivió desde niño, junto con María y José, como migrante exiliado en Egipto. Jesús emigró a Egipto, y escapó de «los llantos de Raquel», aquella noche oscura en Belén, cuando los soldados de Herodes I, el Grande 6 llegaron para matar a los niños (Mateo 2:13-18). El Evangelio de Mateo nos describe una escena común a muchos migrantes en Centroamérica: Jesús, María y José regresando a Nazaret con miedo, a hurtadillas del exilio en Egipto, después de la muerte del emperador Herodes I, el Grande.

La vida pública de Jesús se desarrolló en el camino, al recorrer las ciudades y aldeas, predicando el evangelio del reino, y curando toda enfermedad y toda dolencia (Mateo 9:35), sufriendo y riendo y haciendo fiesta con los pobres de Palestina. Él cruzó los caminos de Samaria, en medio de las culturas judía, sirofenicia, griega y romana, llevando pan, vida y paz. Haciéndose a sí mismo el camino reveló el camino: «Yo soy el camino, la verdad y la vida». (Juan 14:6). Su muerte ocurrió en Jerusalén, en el monte Gólgota, después de enfrentarse a las autoridades judías, religiosas y políticas, del templo (Mateo 21:12-17) y de ser llevado a juicio ante Poncio Pilato (Mateo 27:1-31). Después de su pasión y muerte, Jesús resucitado aparece caminando con los discípulos rumbo a Emaús, para confortarlos y explicarles las Sagradas Escrituras (Lucas 24:13-35).

El surgimiento migrante de las comunidades anabautistas-menonitas

El poema de Carlos Drummond de Andrade inicia diciendo: «Camino por una calle…». Y esa oración poética bien puede resumir la experiencia migratoria que ha caracterizado el surgimiento y la identidad de las comunidades anabautistas y menonitas desde el siglo xvi. Estas comunidades se formaron con el modelo del camino que presentó Jesucristo, y tomando el ejemplo de los primeros seguidores y seguidoras de Jesús en Hechos de los Apóstoles 9:2, se autodenominaron como «los seguidores del Camino».7 El anabautista alemán Hans Denck (1500-1527) describió la escena cuando manifestó: «Pero el camino es Cristo, el cual nadie puede conocer verdaderamente si no lo sigue en vida, y nadie le puede seguir si no lo ha conocido primeramente… Porque el que piensa que pertenece a Cristo tiene que caminar por la vía en que Cristo caminó».7

En medio de la corrupción de la cristiandad medieval del siglo xvi, que mantenía prisionero el cuerpo y el espíritu de campesinos, tejedores y mineros… en medio de los horrores de la inquisición, de los mensajes y predicciones de maldiciones, del miedo al fin del mundo —expresado en el arte, la danza, la teología y las celebraciones cúlticas8 —, tuvo lugar el testimonio renovador de anabautistas y reformadores radicales.9 Para iniciar esa nueva experiencia espiritual era necesario reconocer a Jesucristo como el Camino que lleva a Dios. En segundo lugar, vivir la experiencia del bautismo en agua, como testimonio público del deseo de imitar a Cristo, de migrar con Cristo. En tercer lugar, recibir la fuerza confortadora del Espíritu Santo.

Seguidores y discípulas de Jesús se vieron estremecidos por la experiencia del Espíritu Santo, que les hizo salir del temor provocado por las fuerzas del mal, el poder romano de Poncio Pilato y de las autoridades políticas de los fariseos, que dieron muerte a su maestro Jesús. La promesa de Jesús, que enviaría al Espíritu Santo, al Paracleto, el Consolador, para acompañarlos, se manifestó con llamas de fuego sobre sus cabezas y hablaron en nuevas lenguas. La experiencia del Espíritu Santo dio lugar a las primeras comunidades anabautistas, que se formaron en el sur de Alemania, Suiza, Austria, Tirol y en los Países Bajos. La lectura de las Sagradas Escrituras de los reformadores Calvino, Lutero, Melanchton y Zwinglio resaltan el evangelio de la gracia y tuvo gran impacto entre los anabautistas. Pero lo propio y característico de anabautistas y menonitas fue el seguimiento de Jesús a través de la experiencia confortadora del Espíritu Santo. Nuestros antepasados anabautistas fueron perseguidos y desplazados de un lugar a otro, de una frontera a otra, migrando de las ciudades a la espesura de la selva, migrando de regiones y países intolerantes a otras regiones y países más tolerantes.

El carácter migrante de los anabautistas se gesta en la decisión de imitar a Jesucristo, de mantenerse firmes en sus convicciones de fe, y en su anhelo de buscar sustento para sus familias, escapar para defender su vida, buscar lugares de mayor tolerancia religiosa, en su anhelo de justicia y pago justo a sus labores, en la búsqueda de trabajo y subsistencia mínima, en la construcción de la paz. Históricamente hablando las comunidades anabautistas y menonitas del siglo xvi reflejan bien las palabras del poeta, migrando por innumerables caminos, siguiendo el ejemplo de su maestro Jesús, anunciando shalom (la paz) y el evangelio del reino, y creando comunidades solidarias con los pobres, campesinos y otros migrantes.

Expansión migrante del anabautismo en el mundo

El poema de Carlos Drummond de Andrade describe su camino con múltiples rutas, entradas y salidas que le permiten pasar por muchos países, en medio de múltiples pueblos, culturas, etnias y geografías:

Camino por una calle
que pasa en muchos países.

La identidad de las comunidades e iglesias anabautistas menonitas se conformó desde sus inicios en el siglo xvi hasta el día de hoy, bajo una constante experiencia migratoria a lo largo de su historia. El círculo inicial de anabautistas de 1525 en Zúrich, bajo el liderazgo de Conrad Grebel, Felix Mantz, Balthasar Hubmaier, Margaretha y Michael Sattler (1490-1527) y Margret Hottinger10, se vio en la necesidad de emigrar hacia Nikolsburg en Moravia debido a la intolerancia religiosa y la persecución. Esta fue una de las primeras migraciones masivas de 12 000 anabautistas, que se desplazaron para vivir en el condado de Leonhart de Liechtenstein. El reino de los anabautistas establecido en Münster, Alemania, en 1534, fue derrocado, y sus miembros sobrevivientes, mayormente mujeres y niños, emigraron a diferentes ciudades alemanas y condados de los Países Bajos. Dirk Philips y el exsacerdote Menno Simons (1496-1561) y su esposa Gertrudis acompañaron a muchos de estos migrantes que andaban como ovejas sin pastor. Sufrieron persecución y anduvieron errantes en búsqueda de tolerancia religiosa y de la oportunidad de sobrevivir en regiones de Frisia, que contaba con mayor tolerancia religiosa.11 Uno de los poemas e himnos que mejor describe este tiempo de persecución, de migración desesperada, es el de Leonhard Schiemer, quien fuera decapitado por su fe anabautista en enero de 1528:

Estamos dispersados cual ovejas
que carecen de pastor,
abandonados nuestros hogares y campos,
somos como el cuervo
que suele buscar refugio
en las grietas de las rocas.
Los riscos y las grietas
nuestra morada son.
Se nos da caza
como a las aves del cielo.
Furtivos nos movemos por los bosques,
con perros nos buscan.
Nos llevan como a corderitos, mudos,
prisioneros y amarrados.
Nos exhiben
ante el mundo entero,
como a agitadores.
Se nos trata
como a la oveja que va al matadero,
como a herejes y seductores.12

Durante el reinado de Catherine II (1729-1796) en el imperio de Rusia se produjo la invitación para que las comunas de campesinos alemanes desarrollaran campos de cultivo en el gran imperio ruso. Un total de aproximadamente 30 000 campesinos alemanes del Palatinado y Hesse se desplazaron entre 1763 y 1765 a través del mar Báltico hacia Moscú, y se acomodaron en lugares cercanos al río Volga. Entre estos campesinos viajaron también familias menonitas. Posteriormente se fundaron las colonias menonitas en Chortiza (1786), Molotschna (1796-1801), Am Trakt (1840-1850) y Alt Samara (1859), formada por migrantes procedentes del oeste de Prusia.13

El surco migratorio de familias anabautistas y menonitas de origen europeo continuó hacia los Estados Unidos, iniciando con unas 200 personas que migraron de los altos del río Rin hacia Germantown durante los años 1683-1702. Otros menonitas de Suiza y el Palatinado migraron hacia el este de Pensilvania, alrededor de 4 000 personas durante los años 1707-56. Un grupo de 2 700 menonitas amish provenientes de Alsace-Lorraine (Francia), Hesse y Bavaria (Alemania) migraron hacia Ohio, Illinois y Iowa durante los años 1815-60. Entre otras migraciones a los Estados Unidos encontramos cerca de 10 000 menonitas rusos que se acomodaron en los estados con praderas durante el período 1874-80.14

En el caso de América Latina encontramos desplazamientos grandes y medianos, que incluyen familias enteras de menonitas de origen europeo, quienes, por diferentes motivos de orden político (guerras, decretos gubernamentales), económico (búsqueda de nuevas tierras) y tolerancia religiosa, se desplazaron a México (1922-1926), Paraguay (1926-1958), Brasil (1930-1931) y Uruguay (1948-1959). Desde 1953 Bolivia se ha convertido en lugar de migración para colonias menonitas de origen europeo, que se han desplazado desde diversos países de América Latina en búsqueda de nuevas tierras para vivir.15

El sufrimiento que produce la ruptura de un orden social, las grandes hambrunas y el sentimiento nostálgico de quien ha perdido su patria, y debe adoptar un nuevo entorno geográfico, social y cultural, ha sido un legado de las comunidades menonitas migrantes en muchas partes del mundo. Un ejemplo de ello es la poesía de Louise Nickel, que expresó el dolor de sus antepasados provenientes de Rusia, muchos que luego se asentaron en Suramérica:

Una vez más miro en todas direcciones
Ya no puedo encontrar la vieja patria.
Poco a poco, se oscurece el crepúsculo del cielo rojo,
la patria de mi juventud está muerta para mí.16

Las primeras migraciones de menonitas hacia el ámbito caribeño y centroamericano nos remiten a 80 familias de los antiguos colonos menonitas de México, que emigraron en 1958 hacia el norte de Belice y fundaron la colonia de Arroyo Azul (Blue Creek Colony). Las familias de la colonia de los Old Order Amish, provenientes de Ontario, Canadá, se establecieron en Olancho, Honduras, en 1968.17 Otras familias de los Beachy Amish, provenientes de Ohio, Virginia, Georgia y Maryland (EE.UU.) se establecieron en la Laguna de Arenal, Costa Rica, en el año 1968.18 La familia de Venus y Anie Kornelsen, es un ejemplo de la migración menonita a través del tiempo, con diversas generaciones y fronteras. Los antecedentes de sus antepasados se remontan a familias menonitas de origen dinamarqués, que se desplazaron en el siglo xvii hacia el sur de Rusia formando la «Pequeña comunidad» (Kleine Gemeinde). Desde entonces las diferentes generaciones de esta familia se desplazaron de Prusia a Kansas (Estados Unidos) y Manitoba (Canadá) en 1874, luego de Manitoba a Chihuahua en México en los años 1948-49, después de México pasaron a Belice en 1961-62, y finalmente llegaron a Santa Rita de Río Cuarto de Grecia, Costa Rica en 1977, donde viven actualmente.19

En Asia y África no podemos hablar de migraciones de grupos anabautistas étnicos de origen europeo, como los descritos para el caso de Estados Unidos, Canadá y América Latina, donde extensos espacios geográficos —en muchos de ellos moraban familias indígenas—, sirvieron para el asentamiento de colonias étnicas menonitas. Sin embargo, podemos afirmar que los ideales anabautistas, el mensaje de Jesucristo, el establecimiento de iglesias, así como los servicios de paz, germinaron en el contexto de los poderes coloniales europeos y norteamericanos 20, y, migraron a Asia, África y América Latina a través de juntas misioneras y organismos de ayuda social como el Comité Central Menonita. Un ejemplo concreto de misión y colonización es el ofrecido por Adhi Dharma al contar la interesante historia del trabajo misionero de los menonitas en Indonesia en el contexto musulmán y animista de Indonesia en el siglo xix.21 En el caso de África durante el colonialismo belga, podríamos mencionar la llegada del Rev. Lawrence y Rose Haigh, quienes se desplazaron a la región de South Kasai del Congo Belga a principios de 1912, para iniciar el trabajo misionero bajo la cobertura de la Central Conference of Mennonites y la Defenseless Mennonite Church, con la creación de la Congo Inland Mission (CIM)22.

El Comité Central Menonita (CCM) fue fundado para dar respuesta a las grandes necesidades causadas por la primera guerra mundial, en especial para responder a las grandes hambrunas que experimentaban las colonias menonitas que vivían en la Unión Soviética y Ucrania a principios de 1920 por causa de la revolución bolchevique. El 27 y 28 de julio de 1920 se llegó a un acuerdo entre diferentes entidades anabautistas en Elkhart, Indiana, para fundar el «Comité Central Menonita. En el nombre de Cristo».23 Esta entidad ha sido fundamental para hacer posible los desplazamientos de los migrantes anabautistas y menonitas de Rusia y Prusia a América Latina, Canadá, Estados Unidos y Europa durante la primera y la segunda guerra mundial.24 El CCM también se ha hecho presente para apoyar a refugiados salvadoreños en territorios hondureños después de la guerra entre estos países colindantes en el año 1960. Otra de las enormes contribuciones del CCM ha sido en África, concretamente en Etiopía, apoyando los proyectos de desarrollo y paz en diferentes regiones. En términos eclesiales las iglesias anabautistas en África son las de mayor crecimiento en el CMM.

Por ese trabajo inicial de las sociedades misioneras anabautistas de Europa y Norteamérica hoy día existen muchas iglesias anabautistas y menonitas con miembros nativos en los diferentes continentes de Asia, África y América Latina. Ya fuese que la migración anabautista se realizara a través de desplazamientos masivos, medianos o pequeños, de familias étnicas de origen europeo, por trabajo del CCM entre migrantes y personas tremendamente afectadas por catástrofes naturales, hambrunas y guerras en los diversos continentes, o por el envío de matrimonios misioneros; personas, familias, comunidades, iglesias y movimientos anabautistas menonitas se expandieron pasando por muchos caminos, fronteras y países del mundo entero, incluyendo a nuevos migrantes, hasta conformar el Congreso Mundial Menonita en el año 1925. La primera gran asamblea mundial se realizó en Basilea, Suiza y tuvo el propósito de celebrar el 400 aniversario desde el surgimiento del movimiento anabautista en ese país en 1525.25

Las canciones del migrante

Volvemos a leer el poema de Carlos Drummond de Andrade, que dice:

Camino por una calle
que pasa en muchos países…
Yo preparo una canción,
para despertar a los hombres,
y adormecer a las criaturas.

Y nos remite a la realidad migrante del mundo actual. Un total de unos 250 millones de personas, es decir el 3,4 % de la población mundial, se encuentran como migrantes realizando desplazamientos y cruzando las fronteras de sus países. Procuran encontrar trabajos, huyen de las injusticias y la violencia, buscan mejorar su situación económica, escapar de la muerte, llevar sustento a sus familias pobres. Buscan mayor tolerancia religiosa o esperan encontrar lejos de su patria mejores oportunidades sociales y esperanzas de vida. Se trata de los desplazamientos de un país a otro, como el caso de los migrantes venezolanos a Brasil y Colombia, por causa de la crisis política y económica que atraviesa su país.26 De los migrantes nicaragüenses en Costa Rica, azotados por las acciones gubernamentales del gobierno de Daniel Ortega, especialmente desde las olas de protestas contra su gobierno iniciadas el 18 de abril de 2018, donde fallecieron 325 personas.27

El caso dramático de miles de hondureños, guatemaltecos, salvadoreños y mexicanos, quienes procuran cruzar las fronteras y murallas de México, huyendo de la corrupción política, el desempleo y la violencia en sus países, en busca del «sueño americano»28. Están desafiando las políticas inhumanas del gobierno de Trump hacia los inmigrantes mesoamericanos, que se manifiesta en la presión política y económica hacia los mandatarios de la región 29, leyes drásticas contra inmigrantes pobres 30, construcción del muro en la frontera con México31 y la persecución de los indocumentados.32

La realidad de los migrantes se expresa en una mujer hondureña con un rostro de gran preocupación, acompañada de una niña y tres niños pequeños totalmente agotados, tres de los cuales son transportados en un carrito plástico de cuatro llantas, ingresando a México a través de su frontera con Guatemala.33 «Mario Castellanos, un niño hondureño de 12 años, intentaba cruzar la frontera entre Guatemala y México el viernes, cuando un policía lo tomó por el cuello y lo tiró al suelo, según la cadena británica BBC Mundo.»34 Este niño, quien se unió a la marea de migrantes hondureños, viajó solo, sin ningún pariente y en las imágenes que recorrieron el mundo aparece con una camiseta blanca, con un rostro lleno de angustia y llorando.35 John Moore retrató a la pequeña Yanela Sánchez con sus zapatitos y su suéter rojo, su pelo desordenado, en grito y en llanto vivo, mientras su madre hondureña, Sandra Sánchez, es registrada por oficiales fronterizos de Estados Unidos, en Texas el ١٢ de junio de ٢٠١٨.36

De las migraciones masivas de africanos agobiados por las sequías, las luchas internas entre sus pueblos, la destrucción de su hábitat, la violencia y el hambre en sus países. El continente africano no dejó de ser tierra de los poderes coloniales de occidente sino hasta después de la segunda guerra mundial, pero sus políticas de rechazo y contención de inmigrantes procedentes del Medio Oriente y África se han endurecido (Cumbre de La Valeta, 2015).37Hoy los migrantes prefieren morir en su desesperada huida, arriesgando sus vidas en endebles embarcaciones, como el caso de los 125 inmigrantes africanos, donde viajaban dos mujeres embarazadas, rescatados en el mar Mediterráneo, a principios de agosto de 2019 por el barco de la ONG española Proactiva Open Arms.38 En todo este drama humano, mujeres, niñas, niños y familias sufren tremendas situaciones de injusticia e indignación. La dura realidad que viven estos millones de migrantes en el mundo ha hecho que sean objeto constante de las noticias nacionales e internacionales. En el mundo moderno ya no solo hablamos de xenofobia o de islamofobia, sino también, —como ha recalcado la filósofa española Adela Cortina— de aporofobia. Esto significa el rechazo contundente en los países europeos, los Estados Unidos y otros países del mundo al ingreso y atención al inmigrante pobre.39

Poemas y canciones con ritmos populares, africanos, latinoamericanos, asiáticos e hispánicos están despertando a mujeres y hombres sobre la situación del migrante. Parte de una canción Folk Rock del grupo español Celtas Cortos, que recoge el dolor universal de los migrantes, nos hace despertar cuando entona:

Un dios maldijo la vida del emigrante
serás mal visto por la gente en todas partes
serás odiado por racistas maleantes
y la justicia te maltratará sin piedad.

Todos hermanos. Todos farsantes
hacen mentiras con las verdades
buscas trabajo y tienes hambre
pero no hay sitio pal migrante.

Si encuentras un destino
Si encuentras el camino
Tendrás que irte a ese lugar
El polvo del camino cubre tu rostro amigo
con tu miseria a ese lugar.40

La rima final del poema de Carlos Drummond de Andrade pone el acento en el elemento utópico de la canción migrante «y adormecer a las criaturas». Y nos hace pensar en la figura materna de Dios, que el profeta Isaías utilizó refiriéndose al exilio del pueblo judío en Babilonia en el siglo vi a.C. En la segunda parte del libro de Isaías (40-55) se describe el desmoronamiento de la potencia babilónica y simultáneamente el surgimiento de Ciro el rey de los persas. Su decreto del año 538, que concede la libertad y el retorno a sus países de los pueblos sometidos por Babilonia, es la esperanza que abriga el pueblo judío sufriente en esos bellos capítulos.41 Dios aparece como mujer en parto, que está delirando, agonizando por su hija Sión, quien sufre en el exilio, con la ilusión de regresar algún día a su patria. Y lo manifiesta con los sentimientos más profundos de una madre:

Decía Sión: «Me ha dejado el Señor,
mi Dios se ha olvidado de mí».
¿Se olvida una madre de su criatura,
deja de amar al hijo de sus entrañas?
Pues aunque una madre se olvidara,
yo jamás me olvidaré.

(Isaías 49:14-15 BLPH)

La rima final del poema de Carlos Drummond nos hace reflexionar también en las noticias de los medios de comunicación sobre los niños y niñas migrantes mesoamericanos que recientemente murieron en la frontera entre Estados Unidos y México por falta de alimentación y atención médica. Meditamos en los cuadros desoladores de padres de familia atravesando con sus hijas a través de alambres de púas y cuchillas procurando cruzar los muros y la frontera para llegar a Estados Unidos. Recordamos niños y jóvenes migrantes nicaragüenses que se encuentran a ambos lados de las fronteras con Costa Rica, esperando algún día la unificación de sus familias. Las preguntas decisivas son: ¿Cómo contribuiremos desde las iglesias para ofrecer un futuro mejor a los migrantes, sus niños y niñas? ¿Será posible que podamos imitar y seguir a Jesús en el camino de los migrantes? ¿Seremos capaces de recoger lo más bello de nuestra tradición histórica anabautista migrante para recrear una utopía solidaria? ¿Cómo crear una nueva cultura, una nueva ética y una actitud amorosa que deseche la homofobia, la islamofobia y la aporofobia que carcome nuestras iglesias y la sociedad que nos rodea? ¿Permitiremos la unción de su Santo Espíritu para crear y cantar canciones a los niños y niñas migrantes, que les permitan soñar en paz?

Conclusiones: recomendaciones pastorales

Las enseñanzas de Jesús, las experiencias migratorias de nuestra tradición anabautista menonita, y los cantos del migrante, deben entonces, llevarnos a la acción pastoral. Para las iglesias menonitas y anabautistas del Norte significa fomentar la desobediencia civil fundada en la no-resistencia, fortaleciendo el Movimiento Santuario en los Estados Unidos y Canadá.42 Las iglesias anabautistas en Mesoamérica, Latinoamérica, América del Norte, Europa, África y Asia, el Congreso Mundial Menonita, el Comité Central Menonita, todas las instituciones de educación y de servicio social, debemos orar, reflexionar y tomar acciones concretas sobre la realidad migratoria de nuestros países y la región que vivimos.

Fortalecer la reflexión teológica y pastoral sobre el tema de las migraciones. Avivar la reflexión en nuestras iglesias sobre los derechos de los migrantes y las motivaciones políticas, económicas y sociales de las migraciones. Ofrecer espacios de amistad, apoyo psicológico-espiritual, ayuda y hermandad a los migrantes que visitan nuestras iglesias. Separar ofrendas en nuestras iglesias para financiar proyectos de apoyo a migrantes. Poner especial atención en la salud, alimentación, bienestar y educación de niños y niñas migrantes. Acompañar espiritualmente a los migrantes. Entrar en contacto con otras organizaciones internacionales, gubernamentales y no gubernamentales que están trabajando en el tema migratorio.

Estudiar, planificar, desarrollar y evaluar actividades y proyectos en torno a la migración junto con entidades, y otras organizaciones eclesiales afines a este trabajo pastoral. Poner a disposición de las iglesias en otros continentes las reflexiones y proyectos sobre temas migratorios, a fin de enriquecer la experiencia internacional y la tarea pastoral con migrantes. Recrear con cantos, relatos, juegos y risas la vida de niños y niñas migrantes. La realidad migratoria de nuestros días nos hace meditar en que Dios se presentó en la Torá y otros libros del Antiguo Testamento como el Dios de los pobres, de los huérfanos, de las viudas y de los extranjeros y extranjeras. El Nuevo Testamento nos remite a las palabras del juicio y promesa de Jesús en Mateo 25:34-36

Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.

(RVR1960).

Jaime Prieto es doctor en Teología por la Universidad de Hamburgo, Alemania (1985–1992), miembro de la Iglesia Menonita Nuevo Pacto en Moravia, Costa Rica. Fue Presidente de la Asociación de Iglesias Cristianas Menonitas de Costa Rica (2016–2018) y escritor del Congreso Mundial Menonita para el proyecto Historia Global Menonita. Este artículo es una versión revisada de la exposición realizada por el autor en el evento Renovación 2027 del Congreso Mundial Menonita, en la Iglesia Vida Abundante, San Rafael de Heredia, Costa Rica, 6 de abril de 2019.

Footnotes

1

El 21 de abril del 2018 se realizó el evento Renovación 2027, bajo el lema «El Espíritu Santo Transformándonos» en Kisumu, Kenia, África. Un resumen y fotos del evento pueden verse en: Elisabeth Kunjam, «Una ráfaga de viento recio. Tres razones por las cuales el Espíritu Santo es pertinente para la Iglesia actual», Correo, [Revista del Congreso Mundial Menonita] ed. César García, vol. 33, No. 2, octubre 2018, 3-6.

2

A través de su libro Alguma poesía (1930) Carlos Drummond de Andrade da inició a la renovación del modernismo en Brasil. En donde, según Cassiano Ricardo, se expresa el verso libre distanciándose del verso polimétrico, se incorpora el subconsciente y predomina la libertad del ritmo que antes era esclavo de la métrica, recreándose la palabra en un nuevo dialecto lírico. Se caracteriza la libre investigación de la estética propia del movimiento renovación modernista. Véase: Afrânio Coutinho, Introdução a literatura no Brasil, (Rio de Janeiro: Livraria São José, ١٩٦٦), ٢٩٣-٢٩٤.

3

Carlos Drummond de Andrade, Antología, Sel., trad. y pról. de Rodolfo Alonso (Bogotá: Alquitrave, 2005), 81, disponible en: www.arquitrave.com/arquitraveantes/libreria/librospdf/drummond.pdf. Véase también la trad. de Julio Moreno en: http://hablamesilencio.blogspot.com/2013/06/cancion-amiga.html.

La letra del poema titulado «Canção amiga» en portugués dice así:
«Caminho por uma rua
que pasa em muitos países…
»Eu preparo uma canção
que faça acordar os homens
e adormecer as crianças.»

Véase «Canção amiga» en: http://letras.mus.br/Carlos-drummond-de-andrade/1221849/ (Visitado el 28 de mayo 2019).

4

El término Mesoamérica tiene una connotación geográfica-cultural establecida por los antropólogos y comprende el territorio desde México hasta el norte de Costa Rica. Manuel Maldonado Koerdell, «Geohistory and Paleogeography of Middle América», en Robert C. West, ed. Natural Environment and Early Cultures, Handbook of Middle American Indians, vol. 1, (Austin: University of Texas, 1964), 3-32.

5

Véase el poema de Alfredo Ramírez, «Una flor blanca y una roja las hiciste llegar a mis manos», en: http://forito.blogspot.com/2014/03/poemas-en-nahuatl-alfredo-ramirez-c.html (Visitado el 1 de abril de 2019).

6

Herodes I, el Grande (ca. 73 a.C.-3 a.C.) gobernador de Judea durante el Imperio Romano, es considerado hasta el día de hoy como punto de partida para datar el nacimiento de Jesús. Sobre el contexto histórico de este personaje y su relación con Jesús y los relatos de la infancia de este último bajo la influencia del Midrash del niño Moisés véase: Charles Perrot, Los relatos de la infancia de Jesús. Mateo 1-2, Lucas 1-2 (Estella: Verbo Divino, 1978), 5-35. Adrián Leske, «Mateo», en: Wiliam R. Farmer, Armando J. Levoratti y otros, dirs. Comentario Bíblico Internacional (Estella: Verbo Divino, 1999), 1144-1149.

7

Juan Driver introduce la historia de los «del Camino» a partir de la experiencia del pueblo de Israel en el Antiguo Testamento y luego a partir de Jesús en el Nuevo Testamento. Cuando se refiere a la fe en la periferia de la historia quiere señalar el carácter popular del movimiento de los seguidores de Jesús en la historia, no determinado por concilios, reyes, sacerdotes o biografías resonantes, sino por aquellos movimientos de personas marginadas que decidieron crear comunidades siguiendo las enseñanzas y vida de Jesús de Nazaret. Juan Driver, La fe en la periferia de la historia. Una historia del pueblo cristiano desde la perspectiva de los movimientos de restauración y reforma radical (Guatemala y Bogotá: Semilla-CLARA, 1997).

8

Hans Denck, «Lo que dicen que las Escrituras dicen», 1526, en Selecciones Teológicas Anabautistas. Fuentes primarias seleccionadas, ed. Walter Klaassen, trad. C. Arnold Snyder, (Scottdale, PA: Herald, 1985), 61.

9

Jean Delumeau, Angst im Abendland. Die Geschichte kollektiver Ängste im Europa des 14. Bis 18. Jahrhunderts, Band 1-2, (Hamburgo: Rowohlt Taschenbuch Verlag, 1985).

10

Guy F. Hershberger, ed., The recovery of the Anabaptist Vision. A Sixtieth Anniversary Tribute to Harold S. Bender (Scottdale, PA: Herald, 1957).

11

Margret Hottinger, una importante líder anabautista en el pueblito de Zollikon en las cercanías de Zúrich. Véase: C. Arnold Snyder, y Linda A. Huebert Hecht, eds., Profiles of Anabaptist Women. Sixteenth-Century Reforming Pioneers (Waterloo: Wilfrid Laurier University Press, 1996), 43-51.

12

Diether Götz Lichdi, «An Overview of Anabaptist-Mennonite History, 1525-1800», en Claude Baecher, Neal Blough, James Jakob Fehr, y otros, Testing Faith and Tradition [Global Mennonite History Series: Europe], (Intercourse, PA: Good Books, 2006), 1-32.

13

Leonhard Schiemer, «Cuán preciosa es la muerte de los santos», en Textos escogidos de la Reforma Radical, John Howard Yoder, cop., (Buenos Aires: La Aurora, 1976), 237-241.

14

John N. Klassen, «Mennonites in Russia and their Migrations», en Claude Baecher, Neal Blough, James Jakob Fehr, y otros, Testing Faith and Tradition, 181-232.

15

Una lista detallada de menonitas y anabautistas que inmigraron a los Estados Unidos por un total de 18 500 durante el período 1683 hasta la segunda mitad del siglo xix, puede verse en «United States of America-General Groups», Harold S. Bender y C. Henry Smith, eds., The Mennonite Encyclopedia. A Comprehensive Reference Work on the Anabaptist-Mennonite Movement, vol. IV O-Z, (Scottdale, PA: Mennonite Publishing House, 1959), 776-782.

16

Jaime Prieto Valladares, Mission and Migration, [Global Mennonite History Series: Latin America], trad. and ed. C. Arnold Snyder, (Intercourse, PA: Good Books-Pandora, 2010), 27-66, 73-80, 161-171.

17

Harry Loewen, Road to Freedom, Mennonites Escape the Land of Suffering (Kitchener, ON: Pandora, 2000).

18

Entrevista del autor con Vernon y Katie Schmucker, Guaimacas, Olancho, Honduras, 11 de octubre de 2004. Jaime Adrián Prieto Valladares, op. cit., 228, 268-269.

19

Periódico La Nación, (San José, Costa Rica), 6 de junio de 1968, 24, citado en Wilton Nelson, Historia del protestantismo en Costa Rica (San José: INDEF, 1983), 291-293.

20

Entrevista de Jaime Prieto con Venus y Anie Kornelsen y la presencia de Anabelle González, San Josecito de Heredia, Costa Rica, 11 de febrero de 2019.

21

Peter Penner, «The Westernization of History», Conrad Grebel Review 15-1/2, (Winter/Spring 1997), 119-127.

22

Adhi Dharma, «Las Iglesias menonitas en Indonesia», en I. P. Asheervadam, Adhi Dharma, Alle Hoekema y otros, Iglesias en diálogo con tradiciones asiáticas. [Colección de Historia Menonita Mundial: Asia], (Guatemala: Semilla-Clara, 2011), 23-53.

23

Jim Bertsche, CIM/AIMM: A Story of Vision, Commitment and Grace, Indiana: Library of Congress Catalog Card Number: 98-72866, 1998.

24

Orie O. Miller levantaría las notas que se tienen de esta reunión donde estuvieron presentes D. J. Regier de la General Conference Mennonite Church, Martín B. Fast de la Krimmer Mennonite Brethren, y Peter C. Hiebert de la Mennonite Brethren, oficiales de la Emergency Committee of the Mennonites of North America. Por parte de los menonitas rusos estuvieron presentes W. J. Ewert y H. H. Regier de la General Conference Mennonite Church y A. A. Friesen miembro de la Russland Mennonitische Studienkommission. Un reportaje y fotos de este evento en James C. Juhnke, «The polygenetic origins of feeding the hungry», en Mennonite Historical Bulletin, vol. LXXII, No. 2, (April 2011), 4-6. Cornelius J. Dyck, ed., The Mennonite Central Committee Story, vol. I: From the Files of MCC, (Scottdale, PA: Herald, 1980). Gerhard Ratzlaff, Das Mennonitische Zentralkomitee in Paraguay 1930-1980 (Asunción: Asociación de Colonias Mennonitas del Paraguay, 2014).

25

Por ejemplo, la Evangelische Freikirche Mennonititische Brüdergemeinde Neuwied, Alemania fue fundada después de la segunda guerra mundial por refugiados procedentes de Prusia Occidental (Polonia). Walter Jakobeit, «El amor abre los corazones para aprender más», Correo 31, No.1 (Abril 2016), 8-9.

26

Harold S. Bender, «Mennonite World Conference», en Harold S. Bender y C. Henry Smith, eds., The Mennonite Encyclopedia, vol. III, I-N, 640-642.

27

Una foto impresionante de una gran cantidad de venezolanos en el enorme puente Francisco de Paula Santander en la frontera entre Colombia y Venezuela enfrentados con los militares de Venezuela bajo una nube de gases lacrimógenos. Los manifestantes procuraban hacer ingresar a Venezuela ayuda humanitaria enviada por Estados Unidos y gestionada por el líder opositor Juan Guaidó. Por este puente fronterizo circulan muchos migrantes venezolanos que se desplazan a Colombia. Santa Elena de Uairén y Cúcuta, «Muertos y heridos con la llegada de ayuda a Venezuela», Periódico La Nación (24 de febrero de 2019), 16A. Caracas, AFP, «Maduro decidido a impedir “show” de ayuda humanitaria», Periódico La Nación (9 de febrero de 2019).

28

Washington, AFP, «Crisis podría llevar a expulsión de Nicaragua de la OEA», Periódico La Nación (12 de enero de 2019), 16A. Managua, AFP, «Poder de Ortega se resquebraja tras un año de crisis», Periódico La Nación (13 de abril de 2019), 19A.

29

Tuxtla Gutiérrez, AFP, «Parte de Caravana migrante ingresa a suelo azteca», Periódico La Nación (19 de abril del 2019), 19A.

30

Ciudad de Guatemala, AFP, «Pacto firmado con EE.UU. Molestia en Guatemala por acuerdo migratorio», Periódico La Nación (28 de julio de 2019), 18.

31

Solo en mayo de 2019 un total de 144 000 migrantes fueron detenidos en los Estados Unidos. Véase: Washington, AFP, «Suspensión indefinida tras compromiso para frenar “mara” de gente hacia frontera sur. Trump desiste de imponer aranceles punitivos a México», Periódico La Nación (8 de junio de 2019), 17.

32

Washington, AFP, «Trump podrá usar fondos militares para el muro», Periódico La Nación (29 de julio de 2019), 18.

33

Nueva York, AFP, «Migrantes con miedo ante redadas en EUA», Periódico La Nación (15 de julio de 2019), 18.

34

Véase foto en: México, «Migrantes con rumbo a Estados Unidos, México abre su frontera a mujeres y niños hondureños», Periódico La Nación (21 de octubre de 2018), 13A.

35

Christine Jenkins, «Con solo 12 años, Mario viajo solo en la caravana», Periódico La Nación (21 de octubre de 2018), 13A.

36

Ibíd.

37

Foto en Ernesto Rivera, «World Press Photo 2019 se expone en la Biblioteca Nacional. La conmovedora potencia de la imagen», Semanario Universidad, (San José: Universidad de Costa Rica, edición 2278, del 5 al 11 de junio de 2019), 21.

38

Aminata Traoré, ORIOL PULG/07/07/2019, «Europa subcontrata la violencia en África», El País, consultado en https://elpais.com/elpais/2019/07/04/planeta_futuro/1562239461_639682.html (Acceso el 19 de septiembre de 2019).

39

Valencia, 5 agosto 2019, «El alcalde de Valencia pide al Gobierno que abra el puerto de la ciudad a los 121 migrantes del “Open Arms”», El País, Consultado en https://elpais.com/ccaa/2019/08/03/valencia/1564846732_123573.html (Acceso el 19 de septiembre de 2019).

40

Citado en: Sergio Ramírez, «¿Quiénes son esos?», Periódico La Nación (2 de diciembre de 2018), 19A.

41

Celtas Cortos, «El emigrante», en: https://www.musica.com/letras.asp?letra=808599 (Visitado el 3 de abril de 2019).

42

Ildo Bohn Gass, Exilio babilónico y dominación persa (Bogotá: Linotipia Bolívar-Caminos, 2007).

43

«Las ciudades santuario son jurisdicciones donde las autoridades locales no colaboran activamente con los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), negándose a dar a la agencia federal información o recursos que ayudarían al ICE a capturar a quienes viven ilegalmente en el país.» Sobre las políticas de Trump contra las ciudades santuario véase: Washington, AFP. «Tuit de Trump. Inmigrantes irían a ciudades santuario», Periódico La Nación (13 de abril de 2019), 19A.